Cuidados del pollo del vencejo caido del nido

1: ALIMENTO:

Los vencejos solo se pueden alimentar de insectos. No son válidos como alimento ni la comida de gatos, ni la carne, ni pasta de insectívoros…
Se puede usar como base el gusano de la harina, ahogándolo previamente en agua. También se pueden usar grillos y otros insectos. Hay que darles de comer 5 veces al día, llenando bien el buche en cada toma, aproximadamente comen unos 30 gusanos por toma. El alimento se administra con unas pinzas de punta roma.

Si el animal pide los tragará solo, si no, hay que introducirlos con suavidad hasta el buche por el lado derecho del cuello, abriendo el pico con mucha suavidad para no hacerle daño. A veces al principio los escupen, pero con paciencia los acaban aceptando.
Con el agua aportada con los insectos mojados no necesitan beber.
Es importante suplementar una de las tomas al día con calcio y vitaminas, y es recomendable aportar vitamina B una vez por semana.

2: ALOJAMIENTO:

Alojaremos al animalito en una caja de plástico o de cartón bien ventilada y de la que no pueda escapar, del tamaño aproximado de una caja de zapatos. En el fondo de la caja pondremos papel de cocina absorbente que limpiaremos un par de veces al día, o bien virutas de madera para roedores, que limpiaremos cada tres o cuatro días. La caja la colocaremos en una zona tranquila de la casa que no sea extremadamente fría ni calurosa. No necesitan una fuente de calor adicional.

3: LIBERACIÓN:

El vencejo se puede liberar cuando haya desarrollado totalmente el plumaje de sus alas. Debe haberse desprendido de la vaina del cañón de la última pluma. Los últimos días antes de poder volar los vencejos pierden mucho apetito y peso, es normal y no debemos
angustiarnos. Con que coman unos pocos insectos mojados para hidratarse cada día es suficiente. Cuando estén listos para volar, estarán muy inquietos, piarán e intentarán escapar de su cajita (hasta entonces habrán estado tranquilos y dóciles).

Escogeremos un día de buen tiempo, sin mucho viento, y un lugar despejado donde poder remontar el vuelo con facilidad. Es ideal que sea una zona donde vemos volar adultos, y mucho mejor si los hay en ese momento para poder unirse a ellos. El mejor sitio es una colina o la ladera de un monte.
Nunca debemos lanzar al animalito al aire. Simplemente le pondremos en la palma de nuestra mano elevada. Si se siente listo para volar, abrirá las alas y tras pensarlo bien, echara a volar para no volver. Hay que seguir su vuelo con la mirada para poder ayudarle si cae. Si no se siente seguro y no quiere volar, probamos al día siguiente, nunca le lanzamos al aire.

 

UN VENCEJO CAIDO EN EL SUELO SIEMPRE NECESITA AYUDA, NO DEBEMOS LANZARLE SIN MÁS AL AIRE SIN REVISIÓN DE UN VETERINARIO CON EXPERIENCIA EN ELLOS.

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